La residencia Oscar Americano, fue construida en 1953 por el arquitecto-ingeniero Oswaldo Bratke en el tan inhóspito barrio de Morumbi, donde se había construido recientemente una casa de características muy similares.
La modulación estructural de pilares, vigas y losas de hormigón, es clave para entender el proyecto. Al mismo tiempo que se da cierta unidad visual dentro del volumen, el establecimiento de una modulación permite un conjunto de retrocesos, avances, vacíos y aperturas, creando un armonioso contraste entre la rigidez y el orden estructural y la libertad volumétrica, espacial y material. Además de reforzar la presencia de la arquitectura en el medio del parque en el que se encuentra, permite que de adentre en sus espacios.
La fachada principal está dividida en ocho módulos. El primero a la izquierda está ocupado por el vestidor del dormitorio principal, empotrado en la estructura de ladrillo, creando un balcón. Sus paredes exteriores son de ladrillo macizo. El segundo módulo es la propia residencia de estructura alineada. Está cerrado frontalmente por una gran plaza de contraventanas de madera pintadas de blanco, y lateralmente por muros ciegos, originalmente revestidos de pastillas, pero que más tarde fueron sustituidos por mármol.
Los siguientes tres módulos forman una logia abierta a la misma anchura que el balcón de la habitación de vestidor, y separan el exterior de la casa del patio que avanza en su interior. El porche se encuentra en los otros tres módulos, pero ahora sin la presencia del patio, convirtiéndose en el balcón de la oficina, que se abre por completo bajo un paño de vidrio.
La entrada principal de la residencia es a través de una escalera no paralela, frontal, y que desdobló la alineación de la fachada. Desde un pasillo transversal, que ocupa la mitad del módulo de sesiones de la fachada, el edificio se mueve lateralmente hacia el patio. Finaliza en una sólida pared de ladrillo, actuando como cobogós. La oficina ocupa así un módulo y medio de la fachada. En el último módulo se encuentra la cocina, pero sus aberturas se encuentran en la fachada lateral. Este módulo está así completamente cerrado por paredes recubiertas.
El patio, cenitalmente abierto, aprovecha el terreno inclinado y permeabiliza todo el nivel inferior del edificio, llegando a la fachada posterior. En este nivel, se encuentran las zonas de estar íntimas, la sala de juegos y áreas de servicio, siempre en relación con al volumen superior.
La ligereza parece ser otra de las características clave del proyecto. Aunque el aspecto de las fachadas lateral y posterior se logra fácilmente a través del equilibrio de la planta principal y la presencia del patio interior, la fachada principal se da a entender por una elevación leve de la planta en relación al terreno natural, dejando que sólo los pilares lo toquen.
Actualmente, la residencia acoge a la Fundación Maria Luisa e Oscar Americano, y está abierta para visitas.
- Año: 1953
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Fotografías:Nelson Kon